Con una alimentación adecuada no sólo nos mantenemos saludablemente, sino que además podemos prevenir la aparición de algunas enfermedades.
Muchas de las enfermedades crónicas, como la hipertensión arterial, están relacionadas con la alimentación y los hábitos de vida. En casa cocino por ese motivo, con poca o total ausencia de sal. Eso no tiene que ser un problema, ya que las especias y las hierbas aromáticas pueden realzar las preparaciones sin necesidad de ponerle sal.
No es mi intención hacer una entrada sobre los condimentos que resaltan el sabor de las comidas, ni hablar de todos aquellos alimentos (embutidos, quesos muy curados, comidas precocinadas, salazones, etc.) que no son nada convenientes cuando se tiene hipertensión arterial.
El propósito de la entrada es mostraron cómo una única pizza puede ser ambivalente: para quienes pueden tomar sal y para quienes no la deben tomar.
INGREDIENTES
150 gramos de harina.
150 gramos de harina.
100 gramos de agua.
7 gramos de Aceite de Oliva Virgen Extra.
15 gramos de levadura fresca.
Para la cobertura sin sal
1 cebolleta tierna.
1 pimiento verde italiano.
Atún sin sal.
Queso Mozzarella.
Aceite de Oliva Virgen.
Orégano.
Para la cobertura con sal
1 cebolleta tierna.
1 pimiento verde italiano.
Sobrasada.
Queso Mozzarella.
Aceite de Oliva Virgen.
Orégano.
Sal.
PREPARACIÓN
Mezclaremos la harina con la sal en un recipiente amplio. Haremos un volcán en el centro y añadiremos el agua templada (unos 35ºC) en la que habremos disuelto la levadura y el aceite de oliva. Lo mezclaremos todo bien.
Mezclaremos la harina con la sal en un recipiente amplio. Haremos un volcán en el centro y añadiremos el agua templada (unos 35ºC) en la que habremos disuelto la levadura y el aceite de oliva. Lo mezclaremos todo bien.
En el banco enharinado, amasaremos la masa hasta lograr una consistencia elástica durante unos 5-10 minutos, y luego la pondremos en un cuenco untado con aceite, y cubierto con film transparente durante unos 40 minutos para dejarla fermentar.
Una vez fermentada, volveremos al banco de trabajo para amasarla de nuevo y estirar la masa con el rodillo hasta que quede fina.
Mientras fermentaba la masa, habremos cortado la cebolleta y el pimiento, le echaremos un chorro de aceite de oliva. Mezclamos todo bien.
Cubriremos la mitad de la pizza con los ingredientes de la “cobertura sin sal”, y la otra mitad con los que tienen sal. La hornearemos a 250ºC unos 15 minutos, o hasta que veamos que los bordes están dorados.
Un par de minutos antes de sacarla le echaremos por encima el queso y el orégano.
El resultado es una pizza muy sencilla y agradable, que se puede compartir sin ningún problema.
Que pizza mas original te la copio para hacerla un día.
ResponderEliminarSaludos
www.uncocinillaenlacocina.com
¡Qué pinta! Yo las hago con más masa que cobertura, y veo que tú haces lo contrario. :)
ResponderEliminarQue bunea idea y que pinta mas genial, me está entrando un hambre...
ResponderEliminarBesotes x mil
La pizza tiene una pinta irresistible!!. Bss!!
ResponderEliminarQue pizza mas buena, me comería un trocito ahora para la cena.
ResponderEliminarBuen fin de semana.
http://xoriguer48-lasrecetasdelabuelo.bl...
Pues con y sin sal me la comería enterita con lo buena que se ve besitos
ResponderEliminark buena entrada, yo soy de las que cocinbo como tú, prácticamente sin sal pero en casa algunos la toman así que me veo en esa tesitura de vez en cuando...me llevo la idea.
ResponderEliminarMuaks
Yo tengo la mala costumbre de ponerlo todo "sabrocito", y la verdad es que tengo que empezar a disminuir la sal a partir de ya.
ResponderEliminarEsta pizza es un buen ejemplo que pienso probar, cada uno que escoja la parte que quiera. Se ve deliciosa.
Un abrazo