He de reconocer que no me resisto a un buen postre. Pero, por el contrario, se me hace cuesta arriba cuando tengo que ponerme a elaborarlo. La repostería requiere (al menos cuando no se domina) medida y respeto a los tiempos. Algo que me resulta muy difícil de cumplir.
Quizá porque no me he metido en materia (se necesita una cierta dedicación, al menos al principio). El cumplir sus reglas y abandonar mi tendencia a la improvisación, son motivo suficiente para que pocas veces meta mis manos en la repostería.
Hace unos días Mesilda (del blog La Cocina de Mesilda) publicó un postre que, por su sencillez y sus ingredientes me atrapó. Además, era doblemente sencillo, porque una de sus partes: compota de naranja, la tenía ya elaborada gracias a un dulce regalo de Viena (Sabores de Viena).
Bueno, pues aquí está el resultado, que si bien hay que mejorarlo bastante en su preparación-presentación (no llenar tanto los moldes, por ejemplo, y hacer caso a Mesilda), en el sabor creo que quedó “dulcemente redondo”.
INGREDIENTES PARA 8 UNIDADES
Para la compota de naranja
1 naranja
50 gramos de azúcar.
50 gramos de azúcar moreno.
35 gramos de miel.
Para la masa
50 gramos de chocolate.
60 gramos de mantequilla.
100 gramos de almendra cruda molida.
70 gramos de azúcar.
2 huevos.
10 gramos de miel.
2 cucharaditas de coñac (el original es con Cointreau).
Azúcar glas para decorar.
PREPARACIÓN
Para la compota
La elaboraremos el día anterior. Pelamos la naranja, la cortamos a gajos y la ponemos en una cacerola. A continuación le añadiremos los dos tipos de azúcar y la miel. Calentamos durante 25 minutos a fuego suave hasta obtener la compota. La dejamos enfriar durante toda la noche.
Para la masa
Troceamos el chocolate y lo fundimos al baño maría o en el microondas. Trabajaremos la mantequilla blanda en un cuenco hasta lograr que quede como una pomada y le iremos añadiendo, poco a poco, el chocolate fundido.
Moleremos la almendra y la mezclaremos con el azúcar. Le añadiremos progresivamente los dos huevos, que habremos batido previamente. Mezclamos bien hasta lograr una pasta cremosa. Añadimos a esa pasta cremosa la miel e incorporamos, poco a poco, la preparación del chocolate. Por ultimo añadimos el coñac o el Cointreau.
Mezclaremos bien la preparación hasta lograr una consistencia cremosa. Dejaremos la preparación en la nevera durante 1 hora. En Pasado ese tiempo, en unos moldes de silicona, vertemos la masa utilizando una manga pastelera provista de una boquilla lisa.
Los llenamos hasta la mitad, le añadimos la compota de naranja y terminamos de llenarlos.
Precalentamos el horno a 180º C. Horneamos durante 10 minutos a 180ºC. Pasado ese tiempo bajamos la temperatura hasta 160ºC, y horneamos otros 15 minutos más. Dejamos enfriar, y desmoldamos. Los presentamos espolvoreados con azúcar glas, y una cucharada de compota o jalea de naranja.