Siempre tuve la intención de hacerlos, y siempre lo iba aplazado.
La receta quedó ahí, olvidada en una libreta, hasta que el otro día me tropecé con ella. Son sencillos de elaborar y en el primer intento salieron como los recordaba: ligeros y esponjosos. Por lo demás...
INGREDIENTES PARA 6 UNIDADES
125 gr de harina de fuerza
70 gr de patatas
50 gr de azúcar
20 gr manteca
20 ml de aceite de girasol
15 ml de leche
1 huevos
10 gr de levadura fresca
PREPARACIÓN
Cocemos las patatas con piel y las pelamos una vez cocidas. El peso de la patata en la receta es cocida y pelada.
En un bol echamos las patatas y añadimos la manteca. Trituramos y mezclamos las patatas hervidas (aún tibias) con la manteca de tal manera que quede una pasta homogénea.
Añadimos el azúcar, el aceite, el huevo y la levadura diluida en la leche tibia.
Después vamos echando la harina (la cantidad de harina es aproximada) y amasamos hasta lograr una masa elástica pero un poco pegajosa.
Dejamos reposar la masa en un sitio cálido dentro de un bol aceitado y tapado con un film para que leve unas 2 - 3 horas.
Pasado ése tiempo amasamos un poco con las manos engrasadas con un poco de aceite y hacemos porciones más pequeñas. Unas 6 unidades.
Les damos forma redonda boleando con las manos y las vamos colocando separadas sobre un papel de hornear en una bandeja.
Una vez las tengamos colocadas en la bandeja y dejamos que haga el segundo levado. Entre 1 y 2 horas estarán a punto para hornearlas.
Precalentamos el horno a unos 180ºC y horneamos a 160ºC con fuego arriba y abajo unos 15- 20 minutos.
Las dejaremos enfriar sobre una rejilla y… ¡LISTO!