El
calabacín es una de esas cucurbitáceas sosas y aburridas cuya alegría les viene
por la compañía. Me refiero a ese calabacín verde que se produce a toneladas.
Luego está “el otro calabacín”. Regordete y con un sabor un tanto dulzón. Es el
calabacín de piel verde clara, casi blanco, pero que no es frecuente encontrar
en las verdulerías.
Pues
eso. Como en este caso lo que había era un calabacín “sin gracia”, le pusimos
algo de alegría con un rape encebollado y unas colas de gambas al ajillo.
INGREDIENTES PARA 2 PERSONAS
1
calabacín.
2
cortadas de rape.
1
cebolla pequeña.
10
dientes de ajos.
2
colas de gambas peladas.
2
cayenas.
Aceite
de Oliva Virgen Extra.
PREPARACIÓN
Cortamos
el calabacín en tiras y las marcamos en la plancha para poder manejarlas bien.
Reservamos.
En
una cazuela con Aceite de Oliva Virgen Extra sofreímos la cebolla y los ajos
picados a fuego suave. Cortamos el rape a dados. Cuando el sofrito éste casi
hecho, añadimos el rape, salamos y lo hacemos durante unos 3-4 minutos.
Reservamos.
En
una cazuelita de barro con Aceite de Oliva Virgen Extra, ponemos los ajos -unos
5- laminados y la cayena. Echamos las colas de gambas y dejamos que se hagan
durante unos 10 minutos a fuego fuerte.
Ponemos
las tiras de calabacín medio superpuestas, echamos un poco del rape
encebollado, y enrollamos. Finalizado, cogemos los canelones de calabacín y les
damos un “golpe de horno” a 250ºC
durante un par de minutos.
Emplatamos
echando las gambas al ajillo por encima del canelón de calabacín relleno de
rape.