Es curioso, pero los peces más feos -pero feos, feos- suelen ser los más sabrosos. El Pez de San Pedro, llamado también gallo de San Pedro, es uno de ellos, junto al rodaballo y el rape.
Es habitual en aguas del Mediterráneo, y en Almería (donde lo comí por primera vez en un chiringuito de playa) lo preparan a la brasa de una forma sencilla e inmejorable.
Su carne es exquisita, de un sabor parecido al rodaballo, pero algo más caro, debido a la escasez de sus capturas.
Pues bien, el otro día tenían en la pescadería donde suelo ir, y como no iba a hacerlo a la brasa, el pescadero me lo preparó en filetes.
La receta es muy sencilla de elaborar, como suele ser la de casi todos los pescados, y con unos resultados (para el poco trabajo y tiempo que inviertes) más que inmejorables.
INGREDIENTES PARA 4 PERSONAS
4 filetes de gallo de San Pedro.
24 gambas medianas.
PARA LA SALSA
100 ml. de fumet de pescado.
50 ml. De jerez muy seco.
50 ml. De agua.
1 cebolla grande.
4 dientes de ajo.
Perejil fresco.
Aceite de Oliva Virgen Extra.
Sal.
PREPARACIÓN
En una cazuela plana con aceite de oliva virgen extra, salteamos las gambas. Mientras pelamos la cebolla y los ajos. Lo cortamos todo bien fino.
Sacamos las gambas y en el mismo aceite ponemos a rehogar la cebolla y los ajos a fuego suave. Salamos.
Pelamos las gambas y las reservamos.
Cuando tengamos la cebolla translucida, añadimos el fumet de pescado, el jerez y el agua. Rectificamos de sal si es necesario.
Cuando veamos que lo tenemos en su punto, lo trituramos bien con la batidora.
Volvemos a ponerlo en la cazuela. Echamos el perejil y las gambas, y ponemos encima los filetes de gallo de San Pedro.
Subimos un poco el fuego. Tapamos la cazuela, esperamos unos 5-8 minutos, y ya podemos servir.
Para acompañar preparé unas carlotas/zanahorias, cebolletas tiernas y pimiento verde en tempura.