Etnoecólogos de la Universidad Católica de Ávila (UCAV) han identificado cerca de 50 plantas silvestres comestibles en la provincia abulense. El trabajo, que arrancó en 2008 y finalizará el año que viene, busca nuevos productos para introducir en el mercado alimentario.
El decano de la facultad de Ciencias y Artes de la UCAV, Pedro Manuel Díaz, es uno de los investigadores que han participado en este trabajo, a partir de encuestas a recolectores de plantas silvestres comestibles de la provincia, y trabajos de campo de identificación de especies dudosas. Desde julio de 2008 ya suman 85 encuestas y los resultados (de momento sobre 75) han permitido obtener información sobre las especies que se recolectaban en el pasado o todavía se recolectan, nombres populares, hábitat donde se desarrollan, época de recolección, técnicas de extracción, partes de la planta aprovechadas y preparación para su consumo.
El equipo también ha analizado el contexto de transmisión de conocimientos entre personas mayores, hijos y nietos para comprobar “la pérdida de información intergeneracional debida a los cambios sociales”, explica Díaz.
El etnólogo justifica este estudio por sus resultados, que “pueden contribuir al desarrollo económico de la sociedad”, y “por la urgencia de la investigación”, ya que las personas que ”han acumulado este tipo de saberes van desapareciendo sin haberlos transmitido”. Los resultados obtenidos corresponden a la fase inicial de la investigación, pero los investigadoers ya han realizado un catálogo de especies comestibles con sus nombres vernáculos.
El decano de la facultad de Ciencias y Artes de la UCAV, Pedro Manuel Díaz, es uno de los investigadores que han participado en este trabajo, a partir de encuestas a recolectores de plantas silvestres comestibles de la provincia, y trabajos de campo de identificación de especies dudosas. Desde julio de 2008 ya suman 85 encuestas y los resultados (de momento sobre 75) han permitido obtener información sobre las especies que se recolectaban en el pasado o todavía se recolectan, nombres populares, hábitat donde se desarrollan, época de recolección, técnicas de extracción, partes de la planta aprovechadas y preparación para su consumo.
El equipo también ha analizado el contexto de transmisión de conocimientos entre personas mayores, hijos y nietos para comprobar “la pérdida de información intergeneracional debida a los cambios sociales”, explica Díaz.
El etnólogo justifica este estudio por sus resultados, que “pueden contribuir al desarrollo económico de la sociedad”, y “por la urgencia de la investigación”, ya que las personas que ”han acumulado este tipo de saberes van desapareciendo sin haberlos transmitido”. Los resultados obtenidos corresponden a la fase inicial de la investigación, pero los investigadoers ya han realizado un catálogo de especies comestibles con sus nombres vernáculos.
Hierbas con fines alimenticios
Hasta el momento se han registrado 28 especies diferentes de hierbas silvestres que se utilizan con fines alimentarios en los medios rurales. La mayor parte de ellas son recolectadas para el consumo in situ y la preparación de ensaladas, o para ambos casos en una misma planta, como es el caso del “pan y queso” (Ornithogalum umbellatum).Otra elaboración que se da en cuatro de las especies es la tortilla; la especie más popular es el cardillo (Scolymus hispanicus), seguida de los espárragos trigueros (Asparagus acutifolius) y los zarzaleros (Tamus communis) y, en menor medida, de las ortigas (Urtica). De la Malva sylvestri, por ejemplo, se pueden consumir diferentes partes de la planta.En cuanto a frutos silvestres, los expertos han registrado el uso de 19 especies que se recolectan para consumo directo o para conservación y elaboración de licores y mermeladas.
Si se analizan los datos por comarcas, más del 65% de las personas encuestadas proceden de la comarca del Valle Amblés y Sierra de Ávila. Las siguientes comarcas según el número de encuestas son Valle del Tormes y Valle Alberche-Tierra de Pinares. La Moraña y Valle del Tiétar son, de momento, las menos representadas.
Fuente: DiCYT
Me gusta la información que das sobre las plantas comestibles silvestres. Por esta zona de la moraña si que vamos al campo a buscarlas
ResponderEliminarMuchas gracias por hacerte seguidora.
Besos...
Esta es una costumbre que se está perdiendo, ya que las personas que concen estas plantas silvestres comestibles, y cómo emplearlas, son mayores y nos están dejando sin esos conocimientos.
ResponderEliminarBuen e interesante post. Aquí en el Sur hay algunas poblaciones donde la gente aún toma mucha verdolaga (que en una isla griega tras un estudio, se descubrió que su consumo y riqueza en omega 3 hacía a su población más longeva). Tambíén se consumen las tagarninas silvestres, bien esparragadas como los espárragos silvestres más comunes o en cocidos. Costumbres que en las ciudades se difuminan o se pierden.
ResponderEliminarHola pues supongo que tienes que saber cuales son estas plantitas, porque yo a parte de ir a buscar y conocer el romero, tomillo y otras platitas más comunesss no se más.
ResponderEliminarbesitoss
¡Ay! Cunato tiempo hace que no recorro el campito buscando hierbas, en los madriles es tan difícil :(
ResponderEliminarPero gracias por ayudarnos con tu post a alimentar esa parte ignorante de nuestro cerebro, bueno, para no ofender a nadie, MI CEREBRO.
Una información muy interesante. Aquí en Galicia he visto mas de una vez a la gente chupar la parte de atrás de unas flores amarillas (chuchameles) dicen que está rico :)
ResponderEliminarAquí os dejo algunas plantas silvestres comestibles más... buen apetito!
ResponderEliminarhttps://sites.google.com/site/cienciaymuchomas/home/articulos/10plantassilvestrescomestibles
Muy bueno este artículo. No es fácil descubrirlas para los neófitos como yo.
ResponderEliminarEn Cantabria de niños comíamos la parte de atrás de las flores de los tréboles (la parte más blanquita de los pétalos que aparece al arrancarlos). La verdad es que no sabe a nada, pero estaba ligeramente dulce.
ResponderEliminarUn nuevo libro muy completo el ebook, epub, recomendado por Ana Alós, Relaciones gastronómicas, en El Mundo: "Manifiesto glotón de las plantas silvestres comestibles. ¡Gratis sabe mejor!" Ha recibido numerosos premios en su versión francesa. Propiedades medicinales, recetas y fichas de identificación con fotografías de las plantas silvestres comestibles.
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