

Pero no. Seamos honestos, efectivamente la tarta quedó desestructurada, pero eso no significa que fuera un éxito, todo lo contrario… ¡un total fracaso!.
Lo he vuelto a intentar. Y si bien es cierto que en esta ocasión no hubo “modernidades desestructuradas”, la cosa quedó un poco, ¿cómo decirlo?, deslucida.
Según la gente circundante; es decir, la familia, la tarta estaba riquísima. Tampoco voy a ser yo quien les lleve la contraria. Faltaría más.
INGREDIENTES
200 gramos de galletas oreo.
250 gramos de queso mascarpone.
80 gramos de mantequilla.
Mermelada de naranja amarga (a ojo).
100 gramos de chocolate negro para repostería.
6 fresas.

Picamos finamente las galletas y las mezclamos con la mantequilla fundida. Rellenamos la base de un molde de tarta con esta mezcla. Lo metemos en el frigorífico un rato para que se endurezca.
Luego le ponemos una capa de queso marcarpone y encima la mermelada de naranja amarga.
Fundimos el chocolate, y lo echamos por encima del queso. Cortamos las fresas a láminas y las ponemos encima del chocolate.
Luego lo tendremos, más o menos, una hora en el frigorífico antes de consumirlo.