La alcachofa es propia del invierno. La recolección suele comenzar hacia el mes de octubre. Por tanto, la mejor temporada es durante el otoño, hasta las primeras heladas de diciembre, y en primavera, que es cuando finaliza la cosecha de alcachofas en el área Mediterránea. El clima cálido y seco provoca que las hojas del fruto se abran rápidamente, pierdan ternura, consistencia, y que adquieran un sabor amargo y una apariencia poco atractiva.
A la hora de comprar alcachofas, hay que seleccionar las más gordas y pesadas en proporción a su tamaño, con las yemas gruesas, compactas, bien formadas y de color verde claro. El tamaño no afecta a la calidad de la alcachofa.Para comprobar su frescura se puede apretar la alcachofa cerca del oído; si se escucha un crujido, aún está fresca. Si las hojas están blandas en la base o se abren con facilidad y presentan partes pardas, la alcachofa no está fresca, el fondo se ha secado y endurecido.
PROPIEDADES: La alcachofa contiene un compuesto amargo llamado cinarina que produce un aumento de la secreción biliar y facilita el vaciamiento de la vesícula. Además al hacer la bilis más fluida emulsiona mejor las grasas y se eliminan mejor las sustancias tóxicas que circulan por la sangre. Este compuesto actúa sobre los hepatocitos regenerándolos.
A la hora de comprar alcachofas, hay que seleccionar las más gordas y pesadas en proporción a su tamaño, con las yemas gruesas, compactas, bien formadas y de color verde claro. El tamaño no afecta a la calidad de la alcachofa.Para comprobar su frescura se puede apretar la alcachofa cerca del oído; si se escucha un crujido, aún está fresca. Si las hojas están blandas en la base o se abren con facilidad y presentan partes pardas, la alcachofa no está fresca, el fondo se ha secado y endurecido.
PROPIEDADES: La alcachofa contiene un compuesto amargo llamado cinarina que produce un aumento de la secreción biliar y facilita el vaciamiento de la vesícula. Además al hacer la bilis más fluida emulsiona mejor las grasas y se eliminan mejor las sustancias tóxicas que circulan por la sangre. Este compuesto actúa sobre los hepatocitos regenerándolos.
También incide sobre el riñón y aumenta la excreción de orina convirtiéndola en una fabulosa verdura diurética. Otro compuesto que encontramos en este vegetal es el cinarósido que es un glucósido flavonoide derivado del pigmento luteolina, con una acción antiinflamatoria.
La cinaropicrina le da a la alcachofa parte de su sabor amargo y parece tener un papel potencial preventivo de las enfermedades tumorales. Los esteroles presentes en la alcachofa son los beta-sisterol y estigmasterol, que reducen la absorción del colesterol en el intestino delgado. El ácido clorogénico es un compuesto fenólico con capacidad antioxidante.
Tiene un efecto hipoglucemiante, por ello es ideal para los diabéticos. Además ejerce un efecto prebiótico, pues potencia el crecimiento de nuestra flora bacteriana del intestino. Los ácidos orgánicos potencian la acción de la cinarina y del cinarósido entre otras muchas funciones.
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