
La técnica habitual de escalfar un huevo (según los ortodoxos puros) es en agua con un 10% de vinagre que se pone a calentar hasta que comienza a hervir. El vinagre es para que el huevo se cierre más en forma de bola.
Bien, con el agua hirviendo depositamos con cuidado el huevo, y los tenemos así 3 minutos con el objetivo de que la clara quede cuajada y la yema líquida.
Dicho esto, yo prefiero hacerlos introduciéndolos en plásticos aptos para cocinar (filme transparente de cocina) y tenerlos igualmente 3 minutos en agua hirviendo. En este caso, no hace falta el vinagre.
Esta técnica los ortodoxos dicen que no es un huevo escalfado, sino pasado por agua. Me da igual. Únicamente soy ortodoxo con la Paella Valenciana, y algo con el all i oli (alioli).
Bueno, creo que me estoy metiendo en un jardín que no toca.
INGREDIENTES PARA 2 PERSONAS
2 huevos.
2 dientes de ajo.
Aceite de Oliva Virgen.
1 patata mediana.
1 cebolleta tierna.
1 berenjena.
PREPARACIÓN
Volvamos al tema, que hoy estoy un poquito espesito y creo que me enrollo demasiado. Cogemos filme transparente de cocina, cortamos un trozo por huevo, lo untamos de aceite para que no se pegue la clara, y utilizamos un vaso pequeño como molde, recubrimos su interior con el plástico y ponemos el huevo. Le añadimos un poco de sal, el ajos que previamente habremos sofrito, junto al aceite ya frío. Cerramos el envoltorio utilizando una tira de ese filme para anudarlo y los tenemos durante 3 minutos en agua hirviendo. Por si la explicación no ha quedado muy clara, María Alonso, en su blog
Rebañar hasta acabar lo explica perfectamente a golpe de imagen.
Antes habremos cortado las patatas y las cebollas muy finas, salpimentándolas y con un chorrito de aceite. Lo envolvemos todo en papel para hornear, cerrándolo herméticamente.
Lo ponemos en el horno precalentado a 200ºC durante unos 15 minutos, con las berenjenas que también habremos cortado a rodajas.
Lo montamos en forma de timbal con las berenjenas en la base, luego las patatas y cebolla, y encima el huevo escalfado.
Acompañamos con una pincelada de Salsa Tartufada (champiñones, Aceite de Oliva Virgen, trufa, Boletus edulis, olivas negras, alcaparras, sal y pimienta).
Esta salsa me la regaló el otro día mi hija, y está realmente deliciosa. Se puede comer perfectamente untando una tostada de pan.